Ichi…
Año: 2001
País: Japón
Título original: Koroshiya Ichi.
Director: Takashi Miike
Producción: Akiko Funatsu Dai Miyazaki
Titulo original: Koroshiya Director: Takashi Miike
Guión: Sakichi Satō, Hideo YamamotoElenco: Tadanobu Asano,
Nao Omori,
Shinya Tsukamoto,
Paulyn Sun Duración: 129 min.
Año: 2001
País: Japón
Título original: Koroshiya Ichi.
Director: Takashi Miike
Producción: Akiko Funatsu Dai Miyazaki
Titulo original: Koroshiya Director: Takashi Miike
Guión: Sakichi Satō, Hideo YamamotoElenco: Tadanobu Asano,
Nao Omori,
Shinya Tsukamoto,
Paulyn Sun Duración: 129 min.
Música: Karera MusicationSeiichi Yamamoto
Anjo, el jefe de una peligrosa banda de yakuzas (la mafia japonesa) ha desaparecido junto con una buena suma de yenes, su más fiel esbirro, Kakihara, y su equipo de hombres rudos comienzan la búsqueda del desaparecido, una pista lleva a otra, hasta que Jijii, un proscrito de alguna banda japonesa les otorga el dato que les lleva hacia el posible paradero del jefe, lo que sólo creea que, entre golpizas, torturas y problemas al mayoreo, el rubio Kakihara vaya descubriéndose al igual que los demás personajes, y cuando ya han sido expulsados de la mafia y quedado sin jefe, la búsqueda del culpable se vuelve mucho más personal, con Kakihara como líder, descubren la pista de un mostruoso asesino, Ichi que es, aparentemente el asesino del jefe… ahora, Kakihara busca vengar a Anjo, y por que no, encontrar en ese brutal Ichi, el puesto de sádico que Anjo, dejó libre con su muerte.
Ichi convive en un mundo real, violento y duro, en donde es un joven tímido y sumamente retraído, pero, bajo las órdenes de un “extraño personaje” se transforma en una máquina de destazado express, que, tanto sufre como ama la muerte, Ichi, agobiado por un terrible trauma intenta ser feliz, aunque está demasiado hundido para poder salir.
Kakihara y su banda busca al maravilloso Ichi que “Kaki” tanto desea conocer e Ichi, es sin saber el objetivo de una persona muy especial, e ignora que él también está acercándose a sus enemigos… ¿qué sucederá ahora que los dos sádicos más peculiares del Japón se encuentran, así, como sus intereses y problemas?
Takashi Miike.
Había tenido el asqueroso placer de toparme con varias películas del género despreciado por excelencia el GORE, pero un buen día, me topé con Ichi, el Asesino… Ichi proviene de una serie de cómics de la enferma inspiración de Hideo Yamamoto, diez volúmenes que fueron la base para crear esta “delicia” de película.
Unos dicen que es un gore exagerado, yo digo que tiene la dosis exacta de “carnitas” (como solemos llamarlo entre amigos) pero se le da otra orientación, un humor negro, cruel que se vale incluso de la ridiculización para, al menos a mí, dejarme un sabor de boca, más que a sangre, a satisfacción.
Una película bien hecha, contada de forma lineal con varios factores incógnita y confusión que te hacen pensar varias veces los hechos, con efectos de cámara sencillos pero efectivos, como por ejemplo el barrido al inicio de la película. El uadio con tanto sonido húmedo y carnoso que te hacen imaginar lo peor. Y por último, cosa curiosa es la creación de los personaje, todos, absolutamente enfermos y perdidos, y claro, los dos más sobresalientes, Ichi y Kakihara dos personajes que te dan miedo, lástima, asco… pero que a su vez son reflejos (sí, tal vez bastante caricaturizados de la realidad del mundo).De todas maneras, yo si encuentro un mensaje, para variadísimos tipos de público. La película nos muestra las consecuencias de la ya típica contienda de niños y adolescentes en los recintos educativos… ¿cuáles son las consecuencias? Pueden llegar, (sí, en efecto) hasta extremos de una magnitud monstruosa. Y ésta, es una manera irreverente y diferente de mostrarnos las cosas.
Aplaudo el alto presupuesto (bueno, no es muy alto pero parta una película de este tipo si) y los buenos efectos especiales. Felicidades por el director, uno de los más peligrosos, geniales e irreverentes de su país, que, cosa que no me agradó el todo, se ensaña con las mujeres, viéndolas como el suave costal de carne sólo útil para martirizar. Otro elemento a destacar, sin duda, es la música, que te sumerge en un remolino de vísceras y locura, y claro, el maquillaje y vestuario, que le dan el toque de parodia. Aplaudo también las actuaciones, que logran que creamos a la prostituta como lo que es, al sádico, como sádico y al traumadísimo, como el traumadísimo.
Ve la película si quieres toparte con una experiencia diferente, en la que mi frase del director hacia los espectadores sería: Relájate…
Anjo, el jefe de una peligrosa banda de yakuzas (la mafia japonesa) ha desaparecido junto con una buena suma de yenes, su más fiel esbirro, Kakihara, y su equipo de hombres rudos comienzan la búsqueda del desaparecido, una pista lleva a otra, hasta que Jijii, un proscrito de alguna banda japonesa les otorga el dato que les lleva hacia el posible paradero del jefe, lo que sólo creea que, entre golpizas, torturas y problemas al mayoreo, el rubio Kakihara vaya descubriéndose al igual que los demás personajes, y cuando ya han sido expulsados de la mafia y quedado sin jefe, la búsqueda del culpable se vuelve mucho más personal, con Kakihara como líder, descubren la pista de un mostruoso asesino, Ichi que es, aparentemente el asesino del jefe… ahora, Kakihara busca vengar a Anjo, y por que no, encontrar en ese brutal Ichi, el puesto de sádico que Anjo, dejó libre con su muerte.
Ichi convive en un mundo real, violento y duro, en donde es un joven tímido y sumamente retraído, pero, bajo las órdenes de un “extraño personaje” se transforma en una máquina de destazado express, que, tanto sufre como ama la muerte, Ichi, agobiado por un terrible trauma intenta ser feliz, aunque está demasiado hundido para poder salir.
Kakihara y su banda busca al maravilloso Ichi que “Kaki” tanto desea conocer e Ichi, es sin saber el objetivo de una persona muy especial, e ignora que él también está acercándose a sus enemigos… ¿qué sucederá ahora que los dos sádicos más peculiares del Japón se encuentran, así, como sus intereses y problemas?
Takashi Miike.
Había tenido el asqueroso placer de toparme con varias películas del género despreciado por excelencia el GORE, pero un buen día, me topé con Ichi, el Asesino… Ichi proviene de una serie de cómics de la enferma inspiración de Hideo Yamamoto, diez volúmenes que fueron la base para crear esta “delicia” de película.
Unos dicen que es un gore exagerado, yo digo que tiene la dosis exacta de “carnitas” (como solemos llamarlo entre amigos) pero se le da otra orientación, un humor negro, cruel que se vale incluso de la ridiculización para, al menos a mí, dejarme un sabor de boca, más que a sangre, a satisfacción.
Una película bien hecha, contada de forma lineal con varios factores incógnita y confusión que te hacen pensar varias veces los hechos, con efectos de cámara sencillos pero efectivos, como por ejemplo el barrido al inicio de la película. El uadio con tanto sonido húmedo y carnoso que te hacen imaginar lo peor. Y por último, cosa curiosa es la creación de los personaje, todos, absolutamente enfermos y perdidos, y claro, los dos más sobresalientes, Ichi y Kakihara dos personajes que te dan miedo, lástima, asco… pero que a su vez son reflejos (sí, tal vez bastante caricaturizados de la realidad del mundo).De todas maneras, yo si encuentro un mensaje, para variadísimos tipos de público. La película nos muestra las consecuencias de la ya típica contienda de niños y adolescentes en los recintos educativos… ¿cuáles son las consecuencias? Pueden llegar, (sí, en efecto) hasta extremos de una magnitud monstruosa. Y ésta, es una manera irreverente y diferente de mostrarnos las cosas.
Aplaudo el alto presupuesto (bueno, no es muy alto pero parta una película de este tipo si) y los buenos efectos especiales. Felicidades por el director, uno de los más peligrosos, geniales e irreverentes de su país, que, cosa que no me agradó el todo, se ensaña con las mujeres, viéndolas como el suave costal de carne sólo útil para martirizar. Otro elemento a destacar, sin duda, es la música, que te sumerge en un remolino de vísceras y locura, y claro, el maquillaje y vestuario, que le dan el toque de parodia. Aplaudo también las actuaciones, que logran que creamos a la prostituta como lo que es, al sádico, como sádico y al traumadísimo, como el traumadísimo.
Ve la película si quieres toparte con una experiencia diferente, en la que mi frase del director hacia los espectadores sería: Relájate…
¡Kali Ayana!
1 comentario:
merci beaucoup, kali!
bien tu sinopsis...en generalme agada tu comentario debido a que tiene la extensión para no bostezar y para no pasar de "página".
sugerencias...no entontré la escala, porque existe verdad, en algún lugar de la mancha neuronal de tu cabeza..
incluye algo del director, algo de los críticos...puntos de vista que le darán peso a tu comentario.
vida, lecciones y hartos comentarios para tí!
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